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Glosario de Sabiduría

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A

  • Aceptación Radical

    Es nuestra capacidad de abrirnos completamente a la realidad tal como es, sin resistencias ni juicios. Este tipo de aceptación no significa resignación ni conformismo; más bien, es el reconocimiento profundo y compasivo de que la vida, con sus altos y bajos, merece ser habitada tal cual se presenta. Aceptarnos radicalmente es ofrecernos una mirada amorosa y honesta hacia las partes de nosotras mismas que preferimos no ver o que nos duelen. Es un acto de profunda liberación: dejamos de luchar con lo inevitable y empezamos a hacer espacio para una transformación que surge desde la autenticidad.

  • Alexitimia

    La alexitimia es la dificultad para identificar y expresar las propias emociones. A menudo, quienes experimentan alexitimia pueden sentirse desconectadxs de lo que sienten, no porque no tengan emociones, sino porque les resulta casi imposible reconocerlas o verbalizarlas. Este desafío emocional puede generar frustración, incomodidad en las relaciones y una sensación de estar atrapada en un laberinto emocional del que no se sabe salir. La alexitimia puede desarrollarse debido a experiencias difíciles o traumas del pasado, pero también se puede aprender a superar, con tiempo, conciencia y trabajo emocional.

  • Alquimia Interior

    Es un proceso de transformación profunda y trascendental que ocurre en el plano psicológico, emocional y espiritual de una persona. Se refiere a la capacidad de transmutar las emociones, pensamientos, creencias y experiencias limitantes en algo más elevado, positivo y equilibrado. La idea es tomar los “metales comunes” de la psique —como el miedo, la ira, el resentimiento o la inseguridad— y convertirlos en “oro espiritual”, es decir, en cualidades como la paz, el amor, la sabiduría y la claridad.

    Este proceso de alquimia interior no es solo una metáfora, sino una práctica que implica autoconocimiento, introspección y trabajo consciente para transformar las partes más oscuras o inconscientes del ser. Se busca integrar todas las facetas de la persona, reconociendo tanto sus sombras como sus luces, para alcanzar un estado de armonía y autenticidad.

  • Alquimia Interna

    Es el proceso de convertir nuestras experiencias difíciles, heridas y patrones internos en formas de autoconocimiento y crecimiento. Como las antiguas alquimistas que buscaban transformar el plomo en oro, también podemos transformar nuestros dolores en sabiduría y fortaleza. La alquimia interna implica un viaje hacia el interior, donde, con paciencia y compasión, aprendemos a ver nuestros miedos, limitaciones y sombras como catalizadoras de nuestra evolución. Este proceso de transformación nos permite reconectar con nuestro potencial y con la energía de vivir desde un lugar más auténtico y pleno.

  • Ambivalencia Afectiva

    La ambivalencia afectiva es ese tira y afloja emocional que experimentamos cuando tenemos sentimientos encontrados hacia una persona, situación o decisión. Es como si, por un lado, quisiéramos acercarnos, pero por otro, sintiéramos miedo, confusión o incluso rechazo. Esta mezcla de emociones puede ser completamente normal en muchas relaciones y circunstancias, pero cuando se vuelve crónica o difícil de manejar, puede generar estrés o indecisiones. La ambivalencia puede ser el reflejo de un conflicto interno, una falta de claridad o una necesidad de reconciliar nuestras expectativas con nuestra realidad emocional.

  • Amnesia Disociativa

    La amnesia disociativa es un trastorno en el que se pierde la memoria de ciertos eventos o períodos de tiempo, generalmente como resultado de un trauma o un estrés emocional extremo. En lugar de ser una pérdida de memoria de tipo biológico, como la causada por una lesión, la amnesia disociativa está vinculada a la desconexión psicológica, una especie de “olvido protector” que nos permite alejarnos momentáneamente de recuerdos demasiado dolorosos o sobrecogedores. A veces, las personas que padecen esta amnesia pueden no recordar detalles importantes de su vida o incluso pueden experimentar episodios de desorientación. La recuperación generalmente involucra un proceso terapéutico que ayuda a reintegrar esas memorias de forma segura y consciente.

  • Amnesia Retrógrada

    La amnesia retrógrada es la incapacidad de recordar eventos ocurridos antes de un daño en el cerebro o un trauma psicológico. A diferencia de otros tipos de amnesia, como la anterógrada (que afecta la memoria de nuevos eventos), la retrógrada borra recuerdos pasados, lo que puede incluir eventos de la infancia, relaciones importantes o incluso aspectos fundamentales de la identidad personal. Este tipo de amnesia puede ser angustiante, ya que nos priva de parte de lo que conforma nuestra historia. En muchos casos, los recuerdos pueden volver con el tiempo, o bien ser reemplazados por nuevos aprendizajes que nos permitan rehacer nuestra identidad desde lo que aún somos.

  • Amor Propio

    El amor propio es el acto profundo de cuidarnos, aceptarnos y respetarnos tal como somos, reconociendo tanto nuestras fortalezas como nuestras vulnerabilidades. Implica un compromiso con nosotras mismas para sanar, crecer y tomar decisiones que favorezcan nuestro bienestar. El amor propio no es solo una actitud de autocuidado, sino también de autocompasión. Practicar la autocompasión es tratarte con la misma amabilidad, comprensión y paciencia con la que tratarías a una amiga en momentos difíciles, reconociendo tus errores sin juzgarte, y aprendiendo a ser amable contigo misma en lugar de ser crítica. Este amor genuino nos invita a poner límites saludables, a proteger nuestra energía y a honrar nuestras necesidades emocionales y espirituales. Al desarrollar amor propio, fortalecemos nuestra autoestima y nuestra capacidad para amar a los demás desde un lugar de autenticidad y equilibrio. Es un viaje continuo de autocomprensión, autoconocimiento y aceptación que se nutre a través de la práctica diaria y la reflexión.

  • Anahata

    Es el cuarto chakra, situado en el centro del pecho, y está asociado con el amor incondicional, la empatía y la compasión. Este chakra nos invita a conectar con nuestro corazón, tanto en el sentido emocional como energético, para sanar y expandir nuestra capacidad de amar, no solo a los demás, sino a nosotras mismas. Cuando Anahata está equilibrado, experimentamos relaciones armoniosas, perdonamos con facilidad y tenemos una profunda sensación de paz interna. Si está bloqueado o desequilibrado, podemos sentirnos desconectadas de nuestras emociones o cerradas al amor. El trabajo con este chakra nos ayuda a abrirnos al flujo constante de amor universal, que nos conecta con todo lo que nos rodea.

  • Anhedonia

    La anhedonia es la incapacidad para experimentar placer en actividades que anteriormente nos resultaban agradables. Esta falta de disfrute puede afectar diversas áreas de nuestra vida, desde lo más cotidiano, como comer o socializar, hasta las experiencias que normalmente nos producen satisfacción. La anhedonia no es solo un síntoma de la depresión, sino también de otras condiciones emocionales, y suele estar relacionada con la desconexión emocional, como si nos alejáramos poco a poco de la vida misma. Reconocerla puede ser el primer paso para reconectar con lo que nos hace sentir vivas y nos recuerda que el bienestar no está perdido, solo dormido por un momento.

  • Anima y Animus

    Anima y Animus son conceptos introducidos por el psicólogo Carl Jung que describen los aspectos inconscientes opuestos que existen dentro de cada unx de nosotrxs, independientemente de nuestro sexo biológico. La Anima representa la energía femenina que reside en el inconsciente de los hombres, mientras que el Animus es la energía masculina presente en el inconsciente de las mujeres. Estas figuras simbolizan los aspectos de nuestra psique que buscamos equilibrar. Por ejemplo, la Anima puede manifestarse como nuestra intuición, creatividad o vulnerabilidad, mientras que el Animus puede expresarse como nuestra fuerza, acción y lógica. Integrar ambas energías nos permite alcanzar una mayor armonía interna, al aceptar y expresar tanto nuestra parte femenina como masculina de manera equilibrada.

    ¿Cómo trabajar con tu Anima y Animus? Aquí te cuento.

  • Antakarana

    El Antakarana es un concepto proveniente de la tradición hindú y tibetana que se refiere al “puente” que conecta nuestra conciencia individual con nuestra conciencia universal. Es como un canal energético o espiritual que facilita la integración entre el plano físico, mental y espiritual. Este puente es clave para el proceso de autotransformación y sanación, ya que permite que el flujo de energía y conocimiento del inconsciente se eleve hacia niveles más altos de conciencia. Cuando el Antakarana está en equilibrio, las personas pueden experimentar una mayor claridad mental, paz interior y una conexión más profunda con su ser esencial. Este concepto es esencial en los caminos de autoconocimiento y expansión de conciencia.

    • El símbolo del Antakarana es un patrón geométrico que se utiliza en diversas tradiciones espirituales y energéticas con el fin de promover la sanación y el equilibrio. Este símbolo tiene la capacidad de limpiar las energías bloqueadas, conectando la conciencia individual con la universal, facilitando así una mayor alineación de nuestro cuerpo, mente y espíritu. Se cree que el Antakarana actúa como un puente energético, permitiendo que las vibraciones universales fluyan hacia nosotras y disuelvan cualquier obstáculo energético que esté impidiendo nuestro bienestar. Es comúnmente utilizado en meditaciones para activar los centros energéticos del cuerpo (los chakras) y limpiar los bloqueos emocionales y espirituales.

      ¿Cómo trabajar con el símbolo? Si deseas aprovechar el poder sanador del Antakarana, preparé una meditación especial para conectar con su energía transformadora. Puedes acceder a la meditación aquí y comenzar a experimentar su impacto en tu bienestar y equilibrio energético.

  • Apego

    El apego es el vínculo emocional que formamos hacia personas, situaciones o cosas. Desde una perspectiva saludable, el apego puede ser una forma de conexión afectiva que nos brinda seguridad y bienestar. Sin embargo, cuando el apego se vuelve excesivo, puede generar dependencia emocional, miedo a la pérdida y sufrimiento. Este tipo de apego puede llevarnos a aferrarnos a lo que ya no nos sirve, a las relaciones tóxicas o a situaciones que no contribuyen a nuestro bienestar. Aprender sobre el apego y practicar el desapego es esencial para vivir de manera más libre y consciente. El desapego no significa renunciar al amor o a la conexión, sino aprender a soltar el control y aceptar que todo en la vida es transitorio. La verdadera libertad llega cuando dejamos de depender emocionalmente de lo que no podemos controlar, permitiéndonos fluir con la vida tal como es.

    Te cuento más acerca de los tipos de apego aquí.

  • Arquetipos

    Los arquetipos son patrones universales y simbólicos de comportamiento, emociones y roles que están profundamente enraizados en el inconsciente colectivo de lxs seres humanxs. Estas figuras y representaciones se encuentran presentes en todas las culturas, y se han transmitido a través de mitos, leyendas, religiones y tradiciones. Carl Jung, psicólogo suizo, fue quien popularizó esta idea, afirmando que los arquetipos son como moldes que influencian cómo vemos el mundo y cómo nos vemos a nosotras mismas. Algunos de los arquetipos más conocidos incluyen la Madre, el Héroe, el Sabio, el Rebelde, la Sombra, entre otros. Estos arquetipos no solo representan roles o estereotipos, sino que son fuerzas internas que afectan nuestras decisiones, relaciones y la forma en que manejamos las adversidades. Al comprender y explorar nuestros propios arquetipos, podemos conocernos mejor y aprender a integrarlos de manera más consciente, lo que nos permite crecer y sanar. La conexión con los arquetipos puede ser un puente hacia nuestra autorreflexión, ayudándonos a reconocer patrones en nuestras vidas y facilitando procesos de transformación personal.

    Conoce los Arquetipos más comunes aquí y cómo trabajar con ellos.

  • Arte Terapia

    El arte terapia utiliza el poder creativo del arte como una vía directa para expresar y explorar emociones, muchas veces difíciles de verbalizar. Es una forma de comunicación simbólica que va más allá de las palabras, permitiéndonos procesar experiencias y descubrir aspectos de nosotras mismas en cada trazo, color y forma. Ideal para quienes buscan alternativas no convencionales de expresión, el arte terapia es un espacio seguro donde el arte se convierte en un canal de sanación y autoconocimiento.

  • Asertividad

    La asertividad es la habilidad para expresar de manera clara, directa y respetuosa nuestras necesidades, deseos, pensamientos y sentimientos, sin pasar a llevar los derechos de lxs demás ni dejar que nuestros propios derechos sean pasados a llevar. Es un equilibrio entre ser sumisa y ser agresiva, lo que nos permite establecer límites saludables, defender nuestras opiniones y tomar decisiones que reflejan nuestro bienestar emocional, todo mientras respetamos a lxs demás.

    Desde una perspectiva psicológica, la asertividad es fundamental para el desarrollo de una comunicación efectiva y para mantener relaciones sanas y equilibradas. Implica estar en contacto con nuestra propia verdad y ser capaces de expresarla sin temor al juicio, pero también con empatía hacia el o la otra.

    Trabajar la asertividad implica practicar la autovaloración y la confianza en nuestra propia voz. Es un proceso continuo de aprender a decir “sí” cuando queremos algo y “no” cuando es necesario, sin culpa ni resentimiento.

  • Atman

    Atman es un concepto profundamente espiritual que proviene de la filosofía hindú, especialmente del Vedanta, y hace referencia al verdadero ser o la esencia pura que reside en cada una de nosotras. En términos sencillos, Atman es nuestra verdadera naturaleza, libre de las limitaciones del cuerpo, la mente y las emociones. Se dice que Atman es eternx, inmutable y que está conectadx con la conciencia universal, la energía que da vida a todo lo que existe. Al experimentar y conectar con nuestrx Atman, podemos reconocer que somos más que solo nuestras experiencias terrenales, roles sociales o identidades construidas. Este entendimiento nos invita a trascender el ego, que está ligado a la identificación con lo material y lo temporal, para abrazar la unidad con el todo. La práctica de meditación, la contemplación y el autoconocimiento son caminos que nos ayudan a descubrir nuestra conexión con el Atman. Al hacerlo, podemos alcanzar una mayor paz interior, sabiduría y claridad, porque entendemos que nuestra esencia no está limitada por las circunstancias externas, sino que es parte de un todo mucho más vasto y profundo. Reconocer el Atman dentro de nosotras es despertar a nuestra naturaleza divina y experimentar la vida con una sensación de propósito y armonía.

  • Autenticidad

    La autenticidad es uno de los valores fundamentales de mi trabajo, ya que creo profundamente en la importancia de ser fieles a quienes somos en esencia. Vivir con autenticidad implica reconocer nuestras emociones, pensamientos y deseos más profundos, sin máscaras ni presiones externas. Es un acto de valentía y de autocomprensión, en el que dejamos de lado las expectativas ajenas y nos permitimos ser quienes realmente somos, sin miedo al juicio o la desaprobación. Desde este valor, busco que cada persona se conecte con su ser genuino, reconociendo su propia voz, sus propias necesidades, y sus propias capacidades. Fomento un ambiente donde cada paso hacia la autenticidad sea un camino hacia el bienestar y el crecimiento personal.

  • Autocompasión

    Compasión se refiere a la capacidad de reconocer el sufrimiento de lxs demás y desear aliviarlo. Es una forma de empatía profunda, que no solo nos conecta con el dolor ajeno, sino que nos mueve a actuar con amor y comprensión para mitigar ese sufrimiento. Es un impulso natural hacia el bienestar de lxs demás, acompañado de un deseo sincero de verles libres de dolor y dificultades.

    Partiendo de esta base, autocompasión es la capacidad de dirigir esa misma empatía, comprensión y cuidado hacia una misma. Es la habilidad de reconocer nuestros propios momentos de sufrimiento, nuestras fallas, y ser amables con nosotras, en lugar de juzgarnos severamente o ser auto-críticas. La autocompasión no implica conformismo ni resignación, sino un acto de aceptación y cuidado profundo hacia nuestra propia humanidad.

    Cuando practicamos la autocompasión, estamos reconociendo que el sufrimiento es parte de nuestra experiencia y, en lugar de alejarnos de él o negarlo, lo abrazamos con la misma ternura y comprensión que ofreceríamos a una persona querida. Se trata de tratarnos con gentileza cuando fallamos o cuando estamos pasando por momentos difíciles, sin caer en la autocrítica destructiva. En lugar de castigarnos, elegimos ser nuestras propias aliadas, reconociendo que merecemos amor y comprensión, igual que lxs demás.

    Este acto de compasión hacia nosotras mismas puede ser transformador, ya que nos permite sanar de una manera más profunda, liberándonos de los patrones de autoexigencia que nos limitan.

    ¿Te gustaría profundizar en cómo cultivar la autocompasión en tu vida diaria? Haz clic aquí para descubrir más.

  • Autovaloración

    La autovaloración es el proceso interno de reconocer y aceptar nuestro propio valor, sin depender de la aprobación o el juicio externo. Implica tener una visión positiva y realista de nosotras mismas, reconociendo nuestras fortalezas, capacidades y logros, al mismo tiempo que somos conscientes de nuestras áreas de mejora. La autovaloración no significa arrogancia ni perfección, sino una aceptación incondicional de quiénes somos, con nuestras virtudes y defectos. Es un pilar fundamental para el bienestar emocional, ya que cuando nos valoramos a nosotras mismas, somos más capaces de establecer límites saludables, tomar decisiones alineadas con nuestras necesidades y vivir una vida auténtica y plena.

B

  • Bhakti

    El bhakti es una práctica espiritual que se basa en la devoción profunda hacia una deidad o principio divino. Este concepto proviene del hinduismo y se centra en el amor incondicional, la entrega y la conexión emocional con lo divino. La devoción no requiere rituales complejos, sino que se expresa a través de la sencillez de un corazón puro y una intención sincera. Bhakti es un camino hacia la trascendencia que nos invita a cultivar la compasión, la humildad y el servicio desinteresado. Es un recordatorio de que la espiritualidad no solo es un acto de pensamiento, sino de sentimiento, y que a través del amor se puede alcanzar una conexión profunda con lo divino y con los demás.

  • Biosocial

    El término biosocial hace referencia a la interacción entre los factores biológicos y sociales que influyen en el comportamiento humano. La biología nos da las bases genéticas, hormonales y neurológicas, mientras que los factores sociales incluyen la cultura, la educación, el entorno familiar y las experiencias de vida. Juntos, estos factores determinan cómo nos desarrollamos, cómo nos relacionamos con los demás y cómo nos enfrentamos a los retos de la vida. La idea central del enfoque biosocial es que el ser humano no es solo el resultado de sus genes ni solo el producto de su entorno, sino una compleja integración de ambos.

  • Bloqueo Emocional

    Un bloqueo emocional es una barrera interna que nos impide experimentar, expresar o procesar ciertas emociones de manera libre y fluida. Surge cuando, de forma consciente o inconsciente, evitamos sentir o enfrentarnos a emociones difíciles como el miedo, la tristeza, la ira o incluso el amor y la alegría, por temor al dolor, al rechazo, o debido a creencias limitantes que hemos desarrollado a lo largo de la vida. Este bloqueo puede manifestarse en diversas áreas, como dificultades para establecer relaciones íntimas, sentir una falta de propósito, o experimentar una sensación de estar “desconectadas” de nosotras mismas.

    A nivel psicológico, los bloqueos emocionales pueden derivar de experiencias traumáticas, aprendizajes familiares, o contextos en los que se nos enseñó a reprimir nuestras emociones en lugar de expresarlas. Con frecuencia, estos bloqueos quedan en el inconsciente, afectando nuestro bienestar, y pueden dar lugar a problemas de ansiedad, baja autoestima o insatisfacción personal. Aquí te hablo acerca de la importancia de experimentar nuestras emociones.

C

  • Catarsis

    La catarsis es un proceso de liberación emocional a través del cual descargamos sentimientos reprimidos o no expresados, generalmente en un contexto terapéutico o creativo. Este término proviene de la tragedia griega, donde se refería al momento en que el público experimentaba una purificación o alivio emocional tras presenciar una obra profundamente emotiva. La catarsis puede ocurrir a través del llanto, la risa, la expresión artística o cualquier otra forma que permita procesar emociones intensas. Es una forma de sanación profunda, ya que nos permite liberar lo que nos pesa y abrir espacio para una nueva energía emocional.

  • Catatonia

    La catatonia es un trastorno que afecta la movilidad y la capacidad de respuesta a los estímulos, que puede manifestarse en un estado de inmovilidad o en comportamientos repetitivos y estereotipados. Las personas con catatonia pueden experimentar una falta de comunicación, manteniéndose en posturas extrañas o mostrando una ausencia general de emociones. En algunos casos, también pueden alternar entre estados de excitación y rigidez. La catatonia puede ser un síntoma de trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o el trastorno depresivo mayor. Su tratamiento incluye intervenciones médicas y psicoterapéuticas para restablecer el equilibrio emocional y físico.

  • Chakras

    Los chakras son centros de energía en el cuerpo humano que, según las tradiciones espirituales de la India, influyen en nuestra salud física, emocional y espiritual. La palabra “chakra” proviene del sánscrito y significa “rueda”, porque estos centros de energía se perciben como ruedas que giran a diferentes velocidades. Hay siete chakras principales ubicados a lo largo de la columna vertebral, desde la base (Muladhara) hasta la coronilla (Sahasrara), cada uno relacionado con aspectos específicos de nuestra vida, como la seguridad, el amor, la comunicación y la sabiduría. Equilibrar y activar estos chakras a través de prácticas como la meditación, el yoga y la respiración consciente nos permite armonizar nuestro ser en todos los niveles. 

    ¿Te gustaría explorar más sobre cómo impacta la salud de cada chakra en tu vida cotidiana y cómo equilibrarlos? Haz clic aquí para descubrir más sobre los chakras y cómo trabajar con ellos desde una perspectiva psicológica.

  • Ciclos Vitales

    Los ciclos vitales representan las distintas fases de desarrollo que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Cada etapa trae desafíos y oportunidades de crecimiento únicos, ayudándonos a forjar nuestra identidad, enriquecer nuestras relaciones y ajustar nuestros valores y objetivos. Comprender los ciclos vitales es clave para interpretar y aceptar los cambios que ocurren en cada fase, permitiéndonos vivir con mayor armonía y resiliencia. Infancia (0 a 12 años): Se centra en el desarrollo físico, emocional y cognitivo básico. Adolescencia (12 a 20 años): La búsqueda de identidad y la construcción de la independencia se vuelven centrales. Juventud (20 a 40 años): Este período se enfoca en la búsqueda de metas personales y profesionales, así como en la formación de relaciones íntimas. Adultez media (40 a 65 años): Conocida también como la “etapa de la generatividad,” en este ciclo muchas personas se orientan hacia el legado y el impacto que desean dejar en el mundo, replanteándose a menudo sus prioridades y evaluando logros y desafíos. Adultez tardía (65 años en adelante): Esta fase nos invita a reflexionar sobre el sentido de la vida y el cierre de ciclos. 

    El proceso de atravesar cada ciclo de manera consciente y abierta facilita el autoconocimiento y nos prepara para las transiciones, ayudándonos a construir una vida más plena y conectada.

  • Cognición

    La cognición es la capacidad que tenemos de procesar información y darle sentido al mundo que nos rodea. Este proceso incluye varias habilidades mentales que interactúan de manera dinámica, tales como la percepción (captar los estímulos externos e internos), la atención (focalizar nuestra mente en estímulos específicos), la memoria (almacenar y recuperar información) y el lenguaje (comunicarnos y estructurar pensamientos complejos).

    A través de la cognición, interpretamos y organizamos nuestras experiencias y, en última instancia, estructuramos nuestras creencias y actitudes. La cognición no solo es un medio para comprender el entorno, sino que también es esencial para la adaptación y resolución de problemas, permitiéndonos responder de manera flexible a situaciones cambiantes y complejas. Este proceso se ve influido por experiencias previas, emociones, y contextos culturales, moldeando la manera en que interpretamos la realidad.

  • Cognitivo-Conductual

    El enfoque cognitivo-conductual (TCC) es uno de los métodos terapéuticos más respaldados por la evidencia científica, especialmente eficaz en el tratamiento de condiciones como la ansiedad, la depresión, y ciertos trastornos de conducta. En la TCC, partimos de la premisa de que nuestros pensamientos, emociones y conductas están estrechamente interconectados, y que al cambiar patrones de pensamiento disfuncionales, podemos transformar nuestras respuestas emocionales y comportamientos. A través de técnicas prácticas y estructuradas, el enfoque cognitivo-conductual ayuda a identificar y reemplazar pensamientos automáticos negativos, y nos guía hacia respuestas más saludables y adaptativas.

    Este enfoque es especialmente recomendado para el manejo de la ansiedad, ya que ha demostrado resultados significativos en ayudar a las personas a reducir los síntomas y a enfrentar sus miedos desde una perspectiva racional y empoderada. La TCC nos da herramientas para descomponer problemas complejos en partes manejables y construir habilidades que podemos aplicar en nuestra vida diaria. Es una terapia que impulsa el cambio a través de la práctica activa y la comprensión profunda de cómo nuestras creencias influyen en nuestras experiencias.

  • Compasión

    La compasión es la capacidad de conectar con el sufrimiento propio y ajeno desde la empatía y el deseo genuino de aliviar ese malestar. La compasión implica mirar el dolor sin juzgar, con una actitud de apertura y aceptación que permite sentir la humanidad compartida detrás de cada experiencia difícil. Al practicar la compasión, reconocemos el valor de ser amables y comprensivas con nosotras mismas y con lxs demás, generando relaciones basadas en el respeto y el apoyo mutuo. La compasión también implica actuar con intención para aliviar el sufrimiento cuando es posible, integrando valores de justicia y equidad en nuestras acciones.

  • Conciencia Corporal

    La conciencia corporal es el proceso de sentir y entender las señales que nuestro cuerpo nos envía de manera continua. Esta conciencia nos permite identificar patrones de tensión, incomodidades, posturas, y sensaciones que reflejan nuestro estado emocional y físico. Al desarrollar conciencia corporal, aprendemos a relacionarnos con el cuerpo desde la presencia y a responder a sus necesidades de manera consciente.

    Practicar conciencia corporal puede ayudarnos a regular emociones, reducir el estrés y promover una relación más equilibrada con el cuerpo, pues facilita la conexión entre el estado mental y el físico. Actividades como el yoga, la meditación y la respiración consciente nos ayudan a afinar nuestra percepción corporal, permitiendo que reconozcamos la interdependencia entre mente, cuerpo y emociones.

  • Consciencia Plena

    La consciencia plena, o mindfulness, es la habilidad de estar en el momento presente con una atención clara, intencionada y sin juicios. A través de la consciencia plena, entrenamos nuestra mente para observar pensamientos, emociones y sensaciones con apertura, sin reaccionar de manera automática o impulsiva.

    Practicar consciencia plena es un proceso de autoconocimiento y autocuidado, que nos permite responder en lugar de reaccionar a las experiencias. Su práctica es clave en la reducción del estrés y la mejora del bienestar emocional, ya que favorece una relación más saludable y equilibrada con nuestra mente. Cuando vivimos con consciencia plena, desarrollamos una conexión más profunda y auténtica con nosotras mismas, con lxs demás, y con el mundo que nos rodea.

  • Creencias Limitantes

    Las creencias limitantes son pensamientos, ideas o convicciones que tenemos sobre nosotras mismas, lxs demás o el mundo, y que nos impiden alcanzar nuestro potencial completo. Estas creencias están basadas en experiencias pasadas, influencias sociales o familiares, y muchas veces se desarrollan como mecanismos de defensa para evitar el dolor o el fracaso. Aunque en su momento pudieron haber sido útiles, con el tiempo se convierten en barreras invisibles que limitan nuestra capacidad para crecer, tomar decisiones o vivir de manera auténtica. Ejemplos comunes de creencias limitantes incluyen “no soy lo suficientemente buena”, “el éxito es solo para algunos”, o “no merezco ser feliz”.

D

  • Discursos hegemónicos

    Los discursos hegemónicos se refieren a los conjuntos de ideas, valores y creencias dominantes que son promovidos y aceptados como “normales” o “correctos” dentro de una sociedad o cultura. Son sostenidos por las estructuras de poder, como los medios de comunicación, el sistema educativo o el gobierno, y tienden a moldear la forma en que las personas entienden el mundo y a sí mismas. A través de los discursos hegemónicos, se establece lo que se considera “normal”, “natural” o “aceptable”, y, a menudo, se marginalizan o silencian otras formas de pensar, sentir y ser que no se alinean con esos estándares. Suelen abordar temas como género, sexualidad, raza, clase social, capacidad, etc., y se perpetúan por medio de la repetición y la aceptación generalizada de estos marcos. Por ejemplo, pueden dictar qué significa ser una “mujer exitosa”, un “hombre fuerte” o una “familia ideal”.

    En enfoques terapéuticos como la terapia narrativa, se hace especial énfasis en identificar y cuestionar estos discursos hegemónicos para ayudar a las personas a liberarse de las limitaciones que imponen. Al tomar conciencia de los discursos que nos afectan, se puede empezar a reescribir nuestra propia historia y encontrar una forma más auténtica de vivir, lejos de las imposiciones sociales.

  • Distimia

    La distimia, también conocida como trastorno depresivo persistente, es una forma de depresión crónica que se caracteriza por un estado de ánimo bajo o triste durante un largo período de tiempo, generalmente al menos dos años. Aunque no es tan intensa como la depresión mayor, la distimia puede afectar profundamente la vida diaria de quien la experimenta, ya que genera una sensación constante de insatisfacción, pérdida de interés en actividades placenteras y una visión pesimista de la vida. Las personas con distimia pueden tener dificultades para concentrarse, experimentar fatiga constante, sentirse inútiles o culpables, y tener cambios en el apetito o el sueño. Aunque los síntomas son menos intensos que los de la depresión mayor, la naturaleza persistente de la distimia puede hacerla igualmente debilitante, ya que interfiere con la capacidad de una persona para disfrutar de la vida y funcionar con normalidad en su día a día. Es importante señalar que la distimia no es solo una “mala actitud” o “carácter pesimista”, sino una condición que afecta el bienestar emocional y mental, y puede requerir tratamiento a través de terapia, medicación o ambos, con el fin de mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

  • Duelo

    El duelo es el proceso emocional, psicológico y social que ocurre cuando una persona experimenta la pérdida de algo o alguien importante en su vida. Aunque el duelo es comúnmente asociado con la muerte de un ser querido, también puede surgir en respuesta a otras pérdidas significativas, como la pérdida de una relación, de la salud o de una identidad. Desde un enfoque narrativo, el duelo se entiende como un proceso en el que la persona reconstruye su historia personal en torno a la pérdida. El duelo no es lineal ni homogéneo, y cada persona puede experimentar y expresar el dolor de manera diferente. En lugar de verlo como una serie de etapas predecibles, el enfoque narrativo permite que cada individuo explore su propio proceso de adaptación y significado frente a la pérdida, ayudándole a encontrar nuevas formas de integrar esa experiencia dentro de su vida y su identidad. En este proceso, el lenguaje y las historias que contamos sobre nosotras mismas juegan un papel central en cómo enfrentamos y damos sentido a la pérdida.

E

F

  • Feminismo Descolonial

    El feminismo decolonial es una corriente crítica que cuestiona las estructuras de poder colonial y patriarcal que han afectado principalmente a las mujeres indígenas, afrodescendientes y de comunidades no occidentales. Se enfoca en visibilizar las experiencias y luchas de estas mujeres, que han sido históricamente oprimidas tanto por el colonialismo como por el patriarcado. El feminismo decolonial nos invita a revisar cómo las estructuras coloniales continúan influyendo en la forma en que vemos el género y el poder; propone una visión inclusiva y plural, que reconoce y valora los saberes y cosmovisiones ancestrales, y busca una liberación que se conecte con las experiencias particulares de cada comunidad, rechazando las estructuras de poder que perpetúan la desigualdad.

  • Feminismo Hegemónico

    El feminismo hegemónico es una corriente del feminismo que, de forma predominante, ha representado las experiencias, valores y perspectivas de las mujeres blancas, occidentales, de clase media, dejando en segundo plano las vivencias de mujeres de otras etnias, clases sociales, y contextos culturales. Este enfoque suele privilegiar los problemas y luchas que afectan mayormente a quienes forman parte de estos grupos dominantes, invisibilizando o minimizando las realidades de otras mujeres, como las mujeres negras, indígenas, latinas, y de la clase trabajadora, que enfrentan múltiples formas de opresión simultáneamente.

    Por esta razón, muchas críticas han surgido desde corrientes como el feminismo decolonial, interseccional y el feminismo negro, que buscan hacer visible la diversidad de experiencias y entender cómo distintos sistemas de opresión se entrelazan y afectan a las mujeres de manera distinta. Estos movimientos nos invitan a cuestionar el feminismo hegemónico y a construir un feminismo que sea realmente inclusivo, que reconozca la pluralidad de identidades y experiencias, y que no reproduzca las mismas estructuras de poder que busca combatir.

  • Feminismo Interseccional

    El feminismo interseccional es una corriente dentro del feminismo que reconoce que las mujeres no experimentan una única forma de opresión, sino que enfrentan múltiples y entrelazadas, que dependen de factores como la raza, clase social, orientación sexual, discapacidad, entre otros. Este enfoque, popularizado por Kimberlé Crenshaw, plantea que para entender completamente las realidades de las mujeres, no basta con enfocarse solo en el género, sino que es necesario considerar cómo diversas identidades se cruzan y afectan de manera diferente las experiencias de opresión. El feminismo interseccional busca ser inclusivo, dando visibilidad a las voces de las mujeres que se encuentran en la intersección de múltiples formas de discriminación, como las mujeres negras, indígenas, trans, migrantes, lesbianas y de clase baja, con el objetivo de promover una lucha feminista que sea realmente equitativa y comprensiva de todas las realidades.

  • Fobia Social

    La fobia social es una experiencia emocional de ansiedad caracterizado por un miedo intenso y persistente a ser evaluado negativamente o a ser juzgado por otras personas, lo que genera una gran angustia en situaciones sociales. Las personas con fobia social temen a la posibilidad de cometer errores en público, ser rechazadas o humilladas, lo que puede llevarlas a evitar interacciones sociales o a sentirse muy ansiosas incluso cuando no están en situaciones de riesgo. Este miedo puede ser tan abrumador que afecta a su vida diaria, dificultando el trabajo, los estudios, las relaciones interpersonales y la participación en actividades cotidianas. Afortunadamente, la fobia social es tratable mediante terapias como la cognitivo-conductual, que ayuda a las personas a modificar sus pensamientos y comportamientos para poder manejar su ansiedad y mejorar su calidad de vida en situaciones sociales.

G

H

I

  • Ideación Suicida

    La ideación suicida se refiere a los pensamientos, reflexiones o deseos de poner fin a la propia vida. Estos pensamientos pueden variar desde fantasías o pensamientos vagos sobre la muerte hasta planes específicos para llevar a cabo el suicidio. Desde un enfoque narrativo, la ideación suicida se considera una manifestación de una historia personal en la que la persona puede haber perdido la conexión con su propio sentido de esperanza y propósito. El enfoque narrativo se aleja de patologizar o etiquetar a la persona, y más bien se enfoca en las narrativas subyacentes que contribuyen a la experiencia de desesperación o sufrimiento extremo. Se busca identificar y reescribir esas historias, ayudando a la persona a recuperar su voz y agencia, y explorando alternativas narrativas que permitan nuevas formas de ver la vida, de forma que se posibilite una reconstrucción de sentido y la aparición de nuevas perspectivas de futuro.

  • Imagen Corporal

    La imagen corporal es la percepción interna que una persona tiene de su propio cuerpo, incluyendo cómo lo ve, lo siente y lo experimenta. Esta imagen no siempre corresponde a la realidad objetiva, ya que puede verse influenciada por factores emocionales, psicológicos y sociales. A menudo, la imagen corporal está estrechamente vinculada con la autoestima, la identidad y las relaciones con los demás. Cuando la imagen corporal está distorsionada, puede generar malestar psicológico, afectando la forma en que una persona se relaciona con su cuerpo y con el mundo.

    Desde un enfoque de autocompasión, trabajar la imagen corporal se enfoca en cultivar una relación amable y respetuosa con el cuerpo, sin caer en la autocrítica ni en la exigencia de cumplir con estándares externos de belleza. Se trata de aprender a ver el cuerpo no solo a través de su apariencia externa, sino también reconociendo sus capacidades, lo que permite que la persona se conecte con él desde una perspectiva de aceptación y gratitud.

  • Individualidad

    La individualidad celebra la singularidad de cada persona, reconociendo que cada ser humanx tiene una historia única, una forma distinta de percibir y vivir el mundo. Entiendo que no existe un camino único para sanar, crecer o transformarse, y que cada proceso es personal e irrepetible. En mi enfoque, respeto y valoro las diferencias, entendiendo que la diversidad es una fuente de riqueza. La individualidad nos invita a reconocer y honrar lo que nos hace diferentes, y a comprender que, al mismo tiempo, todas estas diferencias son igualmente válidas y valiosas. Este valor se refleja en la personalización de cada terapia, taller o proceso, adaptado a las necesidades y el ritmo de cada persona, permitiendo que cada una de nosotras siga su propio camino hacia el equilibrio y la plenitud.

  • Intuición

    La intuición es la capacidad de comprender o percibir algo sin la necesidad de razonarlo de manera consciente o lógica. Es esa “voz interna” o sensación que emerge de manera rápida y espontánea, brindándonos una especie de guía o alerta sobre personas, situaciones o decisiones, sin que necesariamente podamos explicar el origen de ese conocimiento.

    La intuición se nutre de nuestras experiencias, aprendizajes y conocimientos acumulados, aunque muchas veces aparece de forma subconsciente. Al ser una forma de percepción más directa y emocional, nos puede ayudar a tomar decisiones en situaciones donde la lógica o el análisis no resultan suficientes. Desarrollar la intuición implica aprender a escuchar y confiar en nuestras sensaciones internas, integrando esta sabiduría interior en el proceso de toma de decisiones, siempre equilibrándola con la razón y la reflexión. La intuición no solo se aplica en momentos decisivos, sino también en la manera en que sentimos y comprendemos el mundo, aportando claridad y conexión con nuestra propia verdad y percepción única.

J

K

  • Kairos

    Kairos es un concepto griego que se refiere al “momento oportuno” o “momento adecuado” para algo. A diferencia de kronos, que mide el tiempo de manera lineal y cuantificable, kairos tiene que ver con la cualidad del tiempo, el momento justo en que las circunstancias permiten que algo suceda de manera significativa. Es el tiempo vivido de manera intensa, cuando las acciones, decisiones o eventos tienen una resonancia especial, como si el universo conspirara a favor. En la psicología y el crecimiento personal, kairos puede ser visto como esos momentos de insight, epifanías o cambios transformadores en los que todo se alinea de manera profunda y significativa.

    Un proceso psicológico debe estar regido por su propio kairos, lo que implica que cada individuo tiene su propio tiempo adecuado para enfrentar y sanar los diferentes aspectos de su vida.

  • Kronos

    Kronos, a diferencia de Kairos, se refiere al tiempo cronológico, el que se mide con relojes y calendarios. Es el tiempo cuantificable, continuo y secuencial. En el contexto psicológico, kronos puede asociarse a la sensación de urgencia, presión o la forma en que la sociedad percibe el paso del tiempo de manera impersonal y objetiva. A menudo, las personas sienten que kronos domina sus vidas en la forma de expectativas, metas a cumplir y la gestión del tiempo de manera constante.

  • Kundalini

    La Kundalini es una energía que, según muchas tradiciones espirituales y yóguicas, está latente en todxs nosotrxs. Imaginemos que esta energía se encuentra enroscada en la base de nuestra columna vertebral, como una serpiente dormida, esperando a ser activada para elevarse. Cuando hablamos de “despertar la Kundalini”, nos referimos a activar esta energía para que se eleve a través de nuestros centros energéticos o chakras.

    Este proceso de elevación se considera poderoso, ya que a medida que la Kundalini sube, va despertando en nosotrxs aspectos profundos de conciencia, expansión y transformación. Se dice que este despertar puede llevarnos a tener experiencias místicas o a conectar con una comprensión más profunda de quiénes somos. Despertar la Kundalini no es algo que deba tomarse a la ligera, porque al moverse puede remover emociones, patrones y experiencias que habíamos guardado en nuestro inconsciente. Es un proceso que muchas veces requiere guía y preparación, como la práctica de yoga, meditación y un compromiso de autoconocimiento, para sostener y canalizar esta energía de manera segura.

L

  • Limites Saludables

    Los límites saludables son las fronteras invisibles que trazamos para proteger nuestra energía, bienestar y tiempo. Establecer estos límites significa comunicar de forma clara y honesta nuestras necesidades, lo que aceptamos y lo que no. Son una forma de respetarnos y también de enseñar a los demás cómo queremos ser tratadas. Muchas veces, nos cuesta establecer límites por miedo a herir a otrxs o a perder ciertas relaciones; sin embargo, tener límites sanos nos ayuda a relacionarnos de manera más auténtica, evitando resentimientos y mejorando nuestras conexiones con lxs demás.

    A nivel emocional y psicológico, los límites saludables nos permiten tomar decisiones conscientes sobre qué dejamos entrar en nuestras vidas y qué preferimos mantener a distancia. Al construir y mantener estos límites, empezamos a escucharnos más y a darnos valor a nosotras mismas, reconociendo nuestras necesidades y respetando nuestros espacios. Esto no significa ser rígidas o aislarnos; al contrario, tener límites sanos nos ayuda a sentirnos más libres, ya que sabemos hasta dónde estamos cómodas y podemos involucrarnos con lxs demás sin sentir que sacrificamos partes importantes de nosotras mismas.

M

  • Mantra

    Un mantra es una palabra, frase o sonido que repetimos para ayudarnos a concentrar la mente y conectar con un estado de calma y claridad interior. Originalmente, los mantras provienen de prácticas espirituales, como el hinduismo y el budismo, donde se cree que ciertas palabras tienen una vibración especial que puede ayudar a elevar nuestra energía y conciencia. También un mantra puede ser cualquier palabra o frase que tenga un significado profundo, algo que queramos recordar o fortalecer en nuestra vida. Desde un simple “estoy en paz” hasta un mantra tradicional en sánscrito como “Om”. Repetir un mantra puede ayudarnos a calmar los pensamientos que muchas veces nos dispersan, permitiendo que nuestra atención se enfoque en el aquí y ahora.

  • Meditación

    La meditación es una práctica que nos invita a detenernos, a observar nuestro mundo interior y a conectar con un estado de calma y presencia. Aunque existen muchas formas de meditar, en esencia, la meditación nos permite apartarnos del ruido cotidiano, enfocando nuestra atención en algo específico, como la respiración, un pensamiento o simplemente en el flujo de nuestra conciencia. A través de esta práctica, vamos desarrollando una capacidad de observar nuestros pensamientos y emociones sin aferrarnos a ellos, lo cual nos ayuda a reducir el estrés y a encontrar una mayor claridad y estabilidad emocional.

    Con la práctica continua aprendemos a estar en el momento presente y comenzamos a conectarnos con nosotras mismas de una forma más profunda, reconociendo patrones, identificando nuestras necesidades y desarrollando la capacidad de responder en lugar de reaccionar. Es una práctica que, aunque sencilla, requiere paciencia y constancia, y que nos permite cultivar una relación más consciente y compasiva con nosotras mismas y con lxs demás.

  • Meditación Vipassana

    La meditación Vipassana es una técnica ancestral de observación profunda que busca llevarnos a un estado de autoconocimiento a través de la atención plena y el análisis directo de nuestras experiencias. En esta práctica, aprendemos a observar de forma objetiva nuestras sensaciones corporales, pensamientos y emociones, sin juzgar ni reaccionar, solo permitiendo que surjan y desaparezcan. Vipassana nos invita a desarrollar una percepción clara y equilibrada, basada en la comprensión de la impermanencia de todas las cosas. Al practicarla, cultivamos una visión más compasiva y ecuánime, que nos ayuda a liberarnos de patrones de sufrimiento y a experimentar una paz interna auténtica.

N

N

O

P

  • Psicoeducación

    La psicoeducación es el proceso mediante el cual un/a profesional de la salud brinda a las personas información y herramientas prácticas sobre temas psicológicos y emocionales, con el objetivo de que puedan entender mejor sus experiencias y tomar un rol activo en su propio bienestar. Se utiliza en diversos contextos, como la terapia, la rehabilitación y el acompañamiento emocional, y puede abarcar desde temas de salud mental hasta habilidades de comunicación y gestión emocional.

    A través de la psicoeducación, se busca que cada persona adquiera el conocimiento necesario para reconocer patrones, comprender sus emociones y pensamientos, y tomar decisiones informadas para afrontar los desafíos personales o interpersonales. Más allá de brindar datos, se trata de facilitar una comprensión que empodere, ayude a cuestionar creencias limitantes y fomente la autonomía en la toma de decisiones relacionadas con la salud mental y emocional.

    Es una herramienta poderosa en el camino de autoconocimiento y crecimiento personal, ya que permite integrar el conocimiento psicológico de una manera accesible y práctica en la vida diaria.

  • Psicología Humanista Transpersonal

    La psicología humanista transpersonal amplía los horizontes de la psicología tradicional, integrando no solo la mente y el cuerpo, sino también la dimensión espiritual. Partimos desde todo lo que la psicología convencional ha investigado —comportamientos, emociones, desarrollo humano— y vamos un paso más allá, hacia un enfoque que incluye la autotrascendencia y la conexión con algo mayor. Este enfoque nos invita a vernos como seres completos, conectados con nuestra espiritualidad, desarrollando tanto nuestra conciencia interna como nuestra capacidad de experimentar empatía, creatividad y autocompasión. Con la psicología humanista transpersonal, el proceso de sanación se convierte en un viaje de crecimiento personal profundo, que transforma nuestra forma de estar en el mundo.

Q

R

  • Represión

    La represión es un mecanismo de defensa psicológica que consiste en bloquear o relegar a lo más profundo de la conciencia pensamientos, emociones o recuerdos dolorosos, inaceptables o angustiosos. Es como una forma de protección del cerebro para evitar que experiencias o sentimientos demasiado difíciles de procesar o afrontar interfieran en la vida cotidiana. Sin embargo, aunque estos recuerdos o emociones se suprimen de la conciencia, no desaparecen. Pueden seguir influyendo en el comportamiento, las decisiones y las reacciones emocionales de la persona de manera inconsciente. La represión es un proceso automático y no siempre es voluntario, pero puede resultar en síntomas como ansiedad, estrés o incluso trastornos emocionales si esos contenidos reprimidos no son abordados de manera adecuada. En muchos casos, las personas que reprimen emociones o recuerdos pueden no ser conscientes de ello, lo que hace que el proceso de sanación o superación sea más complicado. Con el tiempo, es posible que, si no se procesan, estos recuerdos reprimidos emerjan de forma más visible, a través de sueños, reacciones inesperadas o incluso somatización (manifestaciones físicas sin causa médica aparente). La terapia psicológica puede ser útil para explorar y hacer consciente lo reprimido, permitiendo a la persona enfrentar y gestionar estas emociones de forma saludable.

  • Resiliencia

    La resiliencia es nuestra capacidad de adaptarnos y salir fortalecidas de situaciones difíciles, cambios o crisis. Nos permite recuperarnos y aprender de cada desafío sin dejarnos vencer por ellos, y, aunque las experiencias dolorosas nos afectan, es precisamente de esos momentos que surge nuestra fortaleza. Ser resilientes implica reconocer y procesar nuestras emociones sin juzgarnos, dándonos tiempo para sanar y ver los obstáculos como oportunidades de crecimiento. Esta habilidad se cultiva a lo largo de la vida mediante el autoconocimiento, la autocompasión y el apoyo de nuestras relaciones, recordándonos que siempre podemos encontrar una manera de emerger más fuertes y con una comprensión más profunda de nosotras mismas.

S

  • Samsara

    El samsara es un concepto central en varias tradiciones espirituales, especialmente en el budismo, el hinduismo y el jainismo, que se refiere al ciclo eterno de nacimiento, muerte y renacimiento. Este ciclo está impulsado por el karma, es decir, las acciones y sus consecuencias, y se entiende como un proceso de sufrimiento y aprendizaje continuo. La liberación del samsara, conocida como moksha o nirvana, es vista como el objetivo espiritual, donde se alcanza la paz interior y la libertad del sufrimiento.

  • Somatización

    La somatización es el proceso mediante el cual una persona experimenta síntomas físicos como resultado de factores emocionales o psicológicos. Esto significa que, en lugar de expresar o reconocer el malestar emocional, el cuerpo lo manifiesta a través de dolores, molestias o enfermedades físicas, como dolores de cabeza, dolores musculares o problemas digestivos. La somatización no es algo que la persona haga de forma consciente, sino que refleja cómo las emociones y el estrés no procesados pueden influir en la salud física. Aunque no hay una causa médica aparente para estos síntomas, suelen aliviarse o disminuir cuando se abordan las emociones o los conflictos subyacentes que los originan.

T

  • Terapia Narrativa

    La terapia narrativa se basa en una visión profundamente respetuosa y empoderadora de las personas, donde creemos firmemente en que la persona no es el problema; el problema es el problema. En este enfoque, no reducimos a nadie a una “etiqueta” o diagnóstico, sino que reconocemos que el problema es algo externo a la persona, algo que puede ser explorado, comprendido y eventualmente transformado.

    Otro principio esencial de la terapia narrativa es que la persona no es pasiva; más bien, participa activamente en la construcción de su propia historia. Sostenemos también que la persona es experta en sí misma. La terapia narrativa no intenta imponer respuestas o soluciones, sino que confía en que cada persona tiene una comprensión única de sus propias experiencias. Nos enfocamos en escuchar y acompañar, reconociendo que cada quien tiene el conocimiento interno para encontrar soluciones que se alineen con su historia de vida.

    Además, este enfoque se enriquece desde una visión sistémica y crítica de los discursos sociales y culturales. Nos esforzamos por mantenernos conscientes de los discursos hegemónicos y normativos que influyen en nuestras creencias, valores y comportamientos, de manera que podamos desafiar, deconstruir y redefinir aquellas narrativas que limitan nuestra libertad de ser. En este proceso, la terapia narrativa no solo trata de reducir el malestar, sino de fortalecer y revalorizar la identidad y la autonomía personal.

  • Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)

    Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son un grupo de afecciones relacionadas con comportamientos persistentes que afectan la forma en que una persona come o se relaciona con la comida. Estos trastornos incluyen condiciones como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, entre otros. Las personas con TCA suelen tener una preocupación excesiva por su peso, figura corporal y hábitos alimentarios, lo que puede llevar a prácticas alimentarias extremas o peligrosas, como el ayuno, la purga o el comer en exceso. Estos trastornos no solo afectan la salud física, sino también la salud mental, ya que están estrechamente relacionados con problemas de autoestima, ansiedad, depresión y una percepción distorsionada del propio cuerpo. El tratamiento de los TCA es integral y generalmente incluye terapia psicológica, apoyo nutricional y, en algunos casos, tratamiento médico para abordar tanto los aspectos emocionales como físicos de la condición.

  • TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)

    El movimiento neurodiverso sostiene que el TDAH no es un trastorno en el sentido tradicional, sino una variación natural del cerebro humano. Desde este punto de vista, las personas con TDAH simplemente tienen una forma diferente de pensar y procesar el mundo, y sus características, como la creatividad, la impulsividad, la hiperactividad o el hiperfoco, pueden ser vistas como ventajas si se gestionan adecuadamente. En lugar de buscar “curar” el TDAH, los defensores del enfoque neurodiverso promueven la aceptación de estas diferencias y la creación de un entorno que apoye y valore la diversidad cognitiva. Esto incluye el acceso a adaptaciones en el ámbito laboral y educativo, y una comprensión más inclusiva de las habilidades y desafíos que enfrenta una persona con TDAH.

    Desde la perspectiva médica convencional, el TDAH es considerado un trastorno neurobiológico que afecta la capacidad de atención, la regulación de impulsos y la actividad motora. Se cree que tiene una base genética y que está relacionado con un desequilibrio en los neurotransmisores del cerebro, especialmente la dopamina y la norepinefrina. En este modelo, el TDAH es visto como una disfunción que requiere diagnóstico, tratamiento (a menudo con medicación como los estimulantes) y terapia conductual para manejar los síntomas, tales como la inatención, la hiperactividad y la impulsividad. Este enfoque enfatiza la intervención para “corregir” los comportamientos y mejorar el rendimiento en la escuela, el trabajo y en la vida diaria.

U

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X

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  • Yoga

    Más que una práctica física, el yoga es una filosofía de vida cuya esencia es la “unión” —de ahí su significado original. Esta disciplina milenaria nos invita a vivir con integridad, integrando cuerpo, mente y espíritu en armonía con lo que somos y el entorno que nos rodea. Practicar yoga implica cultivar conciencia y respeto por nuestro cuerpo, calma y claridad mental, y apertura espiritual. Nos enseña a habitar el presente, a encontrar balance entre nuestras emociones y pensamientos, y a vivir desde una conexión profunda con nosotras mismas y con el mundo. A través del yoga, aprendemos a vivir en coherencia, siendo auténticas en cada momento y reconociendo la unidad que nos conecta con el todo.

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